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16 Jun Mindfulness y Resiliencia: 10 hábitos para ser una persona resiliente
En los últimos tiempos, venimos escuchando, con relativa frecuencia, la palabra ‘resiliencia’ aplicada a los aspectos emocionales y psicológicos de las personas.
Pero, ¿qué es la resiliencia?
En el ámbito de la física, sería la capacidad que tiene un material de volver a su estado anterior después de haber sufrido un cambio.
En el ámbito de la ecología, sería la capacidad que tiene un ecosistema de regenerarse. Por ejemplo, un bosque que ha sido pasto de las llamas.
Y en el ámbito de la psicología, sería la capacidad que tiene el individuo de sobreponerse a las adversidades.
Solemos asociar los eventos difíciles o traumáticos como algo negativo y tendemos a compadecernos de las personas que los están sufriendo. Pero también podríamos obtener el aprendizaje de ellos y usarlo como parte de nuestro crecimiento personal. No dejarán de ser acontecimientos negativos, pero podrán ser impulsores de un cambio hacia lo positivo.
Eso es la Resiliencia: La capacidad de hacer frente a los sucesos traumáticos, saliendo fortalecidos de ellos.
Todos tenemos esa capacidad en mayor o menor grado, de ahí que no nos rindamos cuando las cosas se ponen difíciles. Es lo que nos mantiene firmes y nos ayuda a dirigirnos hacia los objetivos que nos hemos marcado.
La resiliencia se ve con más claridad ante las grandes tragedias, desastres naturales, guerras, o incluso ante una pandemia como la que estamos viviendo.
La capacidad de adaptación frente a todos estos acontecimientos, hace que se enfrente lo negativo con una actitud positiva y optimista que nos ayuda a sobrellevarlo y superarlo.
Hay veces, que por diferentes causas nos encontramos con menos fuerza para afrontar estos sucesos haciendo especialmente difícil superarlos.
Cuando te ocurra, puedes tomar nota de estos consejos que te damos, para ser más resiliente y ayudarte en esos momentos en los que te sientas más débil para afrontarlos.

1 – Acepta los cambios como algo natural en la vida.
Forman parte de la evolución, y aunque no queramos, los cambios seguirán su curso.
Sin cambios, no hay evolución. Aceptarlos ayuda a poner en marcha los mecanismos para la adaptación.
2 – Identifica qué emociones sientes hacia lo que estás experimentando.
Si te resulta difícil, simplemente haz unas respiraciones y observa en qué parte de tu cuerpo las sientes.
3 – Piensa que también pasará.
Evita tomar las crisis como algo insuperable. Muchos eventos son temporales, amplía tu visión y consciencia. No puedes evitar que las cosas ocurran, pero sí puedes mejorar cómo las vives. Por otra parte, lo que ocurre es sólo una pequeña parte de tu vida, donde han tenido lugar eventos de todo tipo.
4 – Pregúntate cómo actuarías si te sintieras más fuerte.
Puede que en este momento de tu vida te cueste ver soluciones o remontar las situaciones estresantes. Pero tal vez en otro momento de tu vida pudiste hacerlo o podrás en el futuro. Haz un ejercicio mental y pregunta a esa parte más sabia de tu interior cómo lo afrontaría. Te sorprenderán la cantidad de ideas que pueden asomar a tu mente.
5 – Cultiva una visión positiva de ti mismo.
Una actitud positiva y de autoconfianza en las propias capacidades, ayuda a ser más resiliente. Toma acciones para mejorar tu vida a largo plazo, y no sólo para superar el malestar actual.
6 – Ponte pequeñas metas alcanzables.
Ponerte una gran meta por delante, únicamente puede contribuir a que te sientas menos capaz de conseguirla. Puedes ir poco a poco, con metas más realistas que te hagan sentir capaz de conseguirlas. Y premia tus logros, por pequeños que sean.
7 – Crea una lista de estrategias alternativas.
Elabora una lista de acciones que te ayuden a superar el malestar. Por ejemplo, queda con un amigo para tomar un café y charlar, o sal a caminar disfrutando de todo lo que te rodea, organiza alguna actividad al aire libre, etc.
8 – Aprende a relativizar
Un aspecto importante de la resiliencia, es que vivimos los sucesos según nuestro punto de vista, o nuestras experiencias, o nuestra educación. Vivimos las experiencias de modo subjetivo, aunque no nos demos cuenta. Entonces, y llevando consciencia al momento presente, podemos elegir interpretarlo del mejor modo.
9 – Expresa las emociones.
Muchas veces, reprimir las emociones hace que los problemas se vean mucho más grandes. La represión de las mismas puede llegar a enfermar.
Desahógate, no importa que sean emociones fuertes, las emociones hay que expresarlas.
10 – Practica Mindfulness
Practicar mindfulness con regularidad, ayuda a que se produzcan cambios a nivel cerebral.
Contribuye a reducir el estrés y nos aporta un profundo estado de conciencia que nos ayudará a afrontar de modo más positivo la situación negativa en la que nos encontramos.
La Resiliencia es una habilidad que se puede aprender, y que te ayudará a comprender la vida de otro modo.
Si quieres más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros o en apuntarte a nuestro curso gratuito online de Mindfulness para principiantes.
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